Hierba de búfalo

La hierba de búfalo es originaria de Eurasia y de América del Norte. Esta hierba aromática de las tierras frías y húmedas termina su crecimiento al final del verano y puede alcanzar 60 centímetros de altura. Asociada durante mucho tiempo con las prácticas religiosas tanto en América del Norte, donde se quemaba como incienso, como en Europa, donde servía para cubrir el suelo en la entrada de las iglesias, le debe su nombre botánico al griego: "hieros" (sagrado) y "chloe" (hierba). Debido a su aroma delicado, ligeramente avainillado, se utiliza como base aromática en dulces y perfumes. Sus propiedades medicinales han generalizado su uso para el tratamiento de la tos y de los dolores de garganta.